La tecnología ha avanzado tanto que nos permite investigar y mostrar la información de una manera muy real y exacta.

Hay muchas áreas donde gracias al sector digital, han podido avanzar a unos niveles que nunca hubieran imaginado antes.

Un buen ejemplo está explicado en este documental, “En busca de huellas con la tecnología”.  Científicos y arqueólogos nos hablan  de las máquinas y las técnicas que utilizan, para registrar estructuras bajo el suelo, que de otra manera solo se podrían encontrar excavando en profundidad, a ciegas.

Usando la nueva tecnología se obtienen las imágenes completas de lo que hay en el subsuelo y se  indica la posición exacta del objeto. Para encontrar estructuras enterradas, miden el campo magnético terrestre.

En el norte de Europa, hay varias empresas que son estudios de realidad virtual, que desarrollan videojuegos. Esos estudios trabajan conjuntamente con los arqueólogos. Aunque al principio no “hablan el mismo idioma” entre ellos, enseguida se habitúan. A partir de ese momento, esos estudios se ocuparán de otro tipo de arqueología, la arqueología digital.

Aparentemente, si uno lo ve desde fuera, el resultado parece un juego. Los diseñadores de videojuegos trabajan junto los arqueólogos con tecnología moderna, para conseguir una arqueología virtual. Realizan copias muy precisas de edificios y estructuras como templos religiosos antiguos.

De manera virtual, pueden hacer que salga el sol y se ponga, en un escenario virtual, para así poder contemplar el templo con diferente luz. Consiguen una sensación de espacio, de tamaño y proporción de los objetos.

Se puede observar el escenario con sus estructuras desde cualquier ángulo y con todo detalle, como si estuviéramos realmente delante.

Esto es algo que no se puede hacer con una pantalla de ordenador normal. Lo consiguen gracias a unos instrumentos que escanean las zonas y las estructuras.

También usan esas técnicas para encontrar estructuras y objetos después de que haya habido una gran destrucción, como la que provocan las guerras. Van al sitio y lo escanean en 3D. Así lo conservarán escaneado digitalmente.  Los datos escaneados son tan precisos que todos los textos pueden leerse perfectamente.

De esta manera surgen nuevos planteamientos, ya que se pueden crear copias exactas.

Esta tecnología también la han utilizado bajo el agua, para medir los restos de naufragios de los barcos hundidos. Ahí se tiene la vista general y toda la reconstrucción por ordenador. En el ordenador componen un modelo 3D del naufragio.

Así es como el mundo digital puede ayudar con esto.

Hacerse una idea del paisaje es ahora una práctica estándar en la arqueología. Los drones están equipados con cámaras, de esta manera proporcionan los datos para los modelos de terreno que se ensamblan por ordenador. Así encuentran estructuras antiguas y pueden localizar reliquias ocultas sin excavar. Identifican las estructuras que están bajo el suelo, como tumbas funerarias y sepulturas antiguas, ya que escanean todo el paisaje. De esta manera, lo reconstruyen digitalmente.

La arqueología digital hace visible lo invisible.

Ha habido cientos de monumentos descubiertos en el subsuelo, monumentos desaparecidos, como santuarios. Descifrando esos paisajes, saben dónde excavar.

Usando un escáner de alta definición, se registra cuidadosamente cada detalle convirtiéndolo en realidad virtual.

Para las estructuras en la superficie, donde las paredes son demasiado altas para el escáner, se emplea otro método, la fotogrametría.  A partir de miles de fotos superpuestas se crea un modelo 3D, y se convierten en objetos tridimensionales.

Incluso han escaneado la Alhambra de Granada, con unos resultados  increíbles.

En este documental verán como el efecto visual es sorprendente.